sábado, 6 de octubre de 2012

Ciclo

La lluvia cae, despacito, creando una fina pantalla a través del cristal. Las gotas caen y yo caigo con ellas. Salgo a la calle y dejo que me acaricien suavemente y me empapen el pelo y me golpeen la piel con dulzura y me dejen olor a perro mojado y a bosque y a viento…ese olor tan a Escarrilla. Y me pongo de puntillas y bailo y río y me vuelvo alta, muy alta, hasta que las puntas de mis dedos alcazan el cielo y tocan las estrellas. Están calientes y me río como una niña. De fondo suena Hemicraneal y yo sonrío. Entonces la canción cambia, suena chop suey y la lluvia se vuelve más salvaje y yo grito, un grito pasional, que hace temblar la tierra, y me libero y corro y río. La lluvia me golpea como pequeñas cuchillas y hace que mi piel me escueza, pero también me hace más fuerte. Y mientras corro el viento juega conmigo, con la energía de un chiquillo, tratando de pararme, de que me quede un rato más con él pero yo sigo adelante, porque sé que si lo hago me quedaré embrujada escuchando sus susurros y ya no querré estar en otra parte, así que sigo corriendo, con los ojos cerrados, la sonrisa en la cara y los puños apretados. me vuelvo más persona y menos humana y las gotas de lluvia me atraviesan, convirtiendo mi cuerpo en agua, pero sin hacerme daño. Sólo cosquillas. Y pronto mis pies son charcos, y luego mis piernas, mi tronco, mi cuello, para cuando sólo mi cabeza queda humana, la lluvia sólo es un fino chirimiri y yo tengo los ojos cerrados, y dejo que cree lágrimas en mis mejillas, y me siento calmada, en paz. Al ritmo de una suave canción de Russian Red me deshago por completo. De pronto, despacito, casi con mimo, los últimos acordes acaban, las nubes se alzan y el sol me sonríe. Yo subo, en forma de nube, me enrollo con el viento y él me deja sabor a menta y a tabaco en la boca, sigo subiendo, conozco a otras nubes que me sonríen y me dan la bienvenida, pero dura poco y yo sigo hacia arriba, siempre hacia arriba, haciendo espirales y tirabuzones, jugando con los pájaros y sonriendo a las estrellas, que están cada vez más cerca, mientras un chipirón andalush me recuerda que el sol sale todos los días…
Y de pronto el profesor me dice que no estoy atenta en clase a gritos. O me llama mi madre desde la cocina. O mi hermano me da una suave colleja mientras se burla de mí diciendo que estoy en las nubes. Yo  vuelvo a la realidad con pena y añoranza, sabiendo que eso nunca pasará, pero trato de parecer tranquila mientras ayudo a mi madre, discuto con mi hermano, o finjo atender en clase, echando miradas de reojo a la ventana tratando de que ese momento vuelva. Pero eso no ocurre, y el otoño, tan caprichoso, hace que mientras vuelvo hacia casa, pisando charcos solitarios ,acompañada de la oscura melancolía de La Realidad.
http://www.youtube.com/watch?v=oa24su3DcMM
http://www.youtube.com/watch?v=HrQsGeKN6qk
http://www.youtube.com/watch?v=Ub__xNlSgTo
http://www.youtube.com/watch?v=BoUkuR9HG58
http://www.youtube.com/watch?v=c4JdUYvorcY

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