sábado, 27 de octubre de 2012

Lucy and Julian

Julián se levanta amodorrado y contempla el cabello de Lucía desparramándose despeinado sobre la almohada. No es la primera noche que se queda con él pero cada vez que la mira se maravilla de que aún no se haya ido.
Desde que se conocieron, hace casi seis meses en aquella cafetería, han pasado juntos la mayor parte del tiempo. Habían empezado como se suele empezar. Risas, Bromas, Paseos por el parque...Pronto se hicieron amigos, luego mucho más. El padre de Lucía se había opuesto, claro. Él siempre se oponía a todo lo que ella hacía. Pero habían seguido juntos.
La ve dormir. Parece una niña pequeña. Se levanta de la cama con cuidado para no despertarla y va hacia la cocina para preparar café. Ahora la nevera está repleta y las baldosas de la habitación brillan. Huele a limpio y las flores adornan los jarrones. Se pasa la mano por el pelo. Ahora lo lleva más corto, casi rapado. La barba de varios días no se la afeitó. Lucía dice que le gusta más así. Lucía…ella le ha salvado. si no hubiera sido por ella, quién sabe dónde estaría. Y él la ha salvado a ella, también lo sabe. Eran dos personas rotas que estaban en el lugar correcto en el momento correcto. Se curaron el uno al otro, con tiempo y cariño.
Él ya no piensa en Anne. Probablemente esté en la otra punta del mundo, con un hombre que la mime y le de todo lo que necesite, que sólo la quiera a ella. Le gustaría verla una vez más, pedirle perdón, pero eso es todo. Sin embargo, hay otro tema que no se puede quitar de la cabeza. Mira sus manos. Ya no es como los primeros días, sus dedos ya no tiemblan y puede controlarlo mucho mejor que antes…pero tiene miedo. Miedo a que ocurra como antes, y sus dedos se muevan torpes e indecisos al acariciar las cuerdas.
Piensa en la chica que duerme en la habitación de al lado. En su dulce sonrisa, que tanto le costó mostrar, en cómo se mueve bailando por la casa de forma estúpida, en su cabello, siempre despeinado… Quiere agradecerle todo lo que ha hecho por ella, quiere explicar con música lo que no puede decirle con palabras. Se acerca al salón despacio, allí, colocada sobre un soporte, está Marilyn. Lucía la limpió y barnizó para darle una sorpresa. Resplandece en comparación con la blanca pared. Julián la coge. Sus manos no tiemblan.
Lucía abre los ojos. Se despereza. Contempla las sabanas arrugadas a su lado y sonríe. Una sonrisa real. Mucho más resplandeciente que cuando mamá vivía. Whisper maúlla y se lanza contra su estómago. Ella da un respingo y rie.
-Vale, vale ya me levanto- le dice al animalito.
Se levanta. Sólo lleva la ropa interior de abajo. Busca su ropa, pero al rato se cansa y se acaba poniendo una camisa de Julián que está por ahí tirada y que no huele excesivamente mal.
Julián…ahora mismo estará preparando café o habrá bajado a comprar cruasanes. Pronto entrará en la habitación con una sonrisa y le dará los buenos días con un beso. Julián…cuando le conoció apenas eran unas sombras de lo que habían sido. Pero juntos aprendieron a ser feliz de nuevo. Le encanta Julián. Le encanta su barba, que le raspa cuando le besa. Le encantan perderse en sus ojos azules. Le encanta que despierte cantándole muy bajito al oído. Con él aprendió a llenar el vacío que mamá le dejó y que papá no hizo más que agrandar.
Ahora el tiempo ha pasado. Pronto cumpliría dieciocho y podría olvidarse de papá y de su borde mujer. Se irá de casa y se mudará a aquel piso con Julián. Será feliz. Algo interrumpe sus pensamientos…una música ¿Música?
Sigue el sonido extrañada. Va a la cocina, pero su novio no está allí, se acerca al salón y se sorprende de que la guitarra no esté. Despacito, muy despacito, abre la puerta del balcón.
Julián está allí, sentado sobre un taburete completamente absorto en el instrumento. Agachado sobre Marilyn, pulsa suavemente las cuerdas, primero con algo de torpeza, y luego, con una naturalidad y una pasión que Lucía nunca ha visto. El chico tiene los ojos cerrados. No necesita mirar. La melodía es dulce y cálida.
Lucía se acerca. Se sienta en el suelo, a su lado. Julián acaba los últimos acordes. Lucía le coge de la mano. Julián abre los ojos. Lucía llora, emocionada. Julián sonríe.
-Ha sido…-empieza ella
-No habría podido hacerlo sin ti- sonríe Julián                               
-No quiero desprestigiar el trabajo de los médicos- Bromea Lucía-¿Es tuya?
Él niega.
-Es de los Beatles, pero me recuerda muchísimo a ti…desde la primera vez que nos conocimos…no sé, pensé que hablaba de aquella chica de pelo despeinado y ojos tristes.
Lucía se acerca, se besan. Lucía ama, ríe. Lucía se siente viva. Lucía baila, corre. Ve amanecer de la mano de un chico pelirrojo. Lucía cambia, muda de piel. Lucía canta alguna canción de los Beatles. Lucía siente una barba de varios días raspándole la mejilla. Lucía se va de casa. Lucía duerme sintiendo la respiración de otra persona.
Lucía es feliz.
http://www.youtube.com/watch?v=KDDTiFPZsNA

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