sábado, 2 de junio de 2012

Nieve

Nieve.
El fondo de mi escritorio es un paisaje nevado. No importa cuánto tiempo pase o cuántos blogs cree, estoy segura de que en todos ellos el fondo estará relacionado con la nieve, la lluvia, el frío o el invierno. ¿Por qué? todos esos elementos son especiales para mí, aunque no podría explicar muy bien por qué. Simplemente, me encanta todo del invierno, desde los guantes calentitos hasta el viento helador que te congela las mejillas, pasando, cómo no, por la nieve.
Para mí tiene un…algo, que me relaja, que me hace sonreír, que saca lo mejor de mí. Me hace cambiar el chip. Puedo haber tenido el peor día del mundo, pero, si de repente empieza a nevar, me pongo a sonreír, a cantar, a llorar de felicidad…es una sensación increíble. quizás todo esto me venga porque vivo en Madrid y, cuando nieva es tal rareza que, desde pequeñita, cada vez que veía los copos blancos caer lentamente, corría a buscar una silla y me apalancaba en la ventana durante horas, viendo cómo se iba formando un manto blanco en la calle y, más tarde, cómo se iba derritiendo por la lluvia, el sol, o porque no había cuajado del todo, o porque mi pueblo está en la sierra y la mayoría de los recuerdos felices que tengo allí son de aceras congeladas, bajadas en trineo y muñecos de nieve que medían el doble que yo, o porque mi personaje favorito de Juego de Tronos se llama, precisamente, John Nieve…
Con la lluvia es algo parecido, pero no es igual de agradable. Junto con la lluvia me llega esa sensación de paz, pero también la inmensa melancolía de la nieve derritiéndose. en cambio, con el calor me ocurre todo lo contrario, me siento como asfixiada, apresada, me vuelvo mucho más borde de lo normal y deseo gritar con todas mis fuerzas, o destrozarlo todo a mi paso, o tirarme en un rincón a llorar. El verano también es alegría, claro, son tres meses de libertad y buenos momentos, pero siempre me lo pasaré mejor esquiando en los Pirineos(a pesar de los golpes que me doy) o tomando un chocolate calentito con una amiga o mirando la nieve caer a través de la ventana, que en tres meses de playa, piscina y calor asfixiante.  Cómo no, tengo que ser la excepción en todo y, mientras todo el mundo asimila el invierno y el frío como algo oscuro y triste y el verano como algo agradable, para mi es todo lo contrario y lo único que veo bueno del verano son los granizados (cómo no, con hielo :P)
Que por qué soy así, no puedo saberlo, pero no me importa demasiado. Me basta con saber que el verano acaba y llega el invierno (Winter is coming xD) y, con él, las risas, la nieve el frío, los gorros calentitos, el esquí…y, cómo no, esa sensación de inmensa felicidad.

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